Ponga unos cien ladrillos sin ningún orden particular en un cuarto que además de la puerta sólo tenga una ventana.
Luego meta 2 ó 3 candidatos en el cuarto y cierre la puerta. Déjelos solos y regrese 5 horas después y proceda a analizar la situación.
- Si están contando los ladrillos, póngalos en el departamento de contabilidad.
- Si los están recontando, póngalos en auditoria.
- Si han vuelto un lío el lugar con los ladrillos, póngalos en ingeniería.
- Si están acomodando los ladrillos de un modo raro, póngalos en planificación.
- Si se están tirando los ladrillos, póngalos en operaciones.
- Si están durmiendo, póngalos en seguridad.
- Si rompieron los ladrillos en pedacitos, póngalos en tecnología de información.
- Si están sentados sobre los ladrillos, póngalos en recursos humanos.
- Si dicen que han probado varias combinaciones, aunque no han movido un solo ladrillo, póngalos en ventas.
- Si se han ausentado por el resto del día, póngalos en mercadeo.
- Si están mirando por la ventana, póngalos en planificación estratégica.
Y, por último – aunque no menos importante – si están conversando y no han movido un solo ladrillo, felicítelos y póngalos en la alta gerencia.