Una vez una ranita paseaba por una vía para trenes,
y estaba tan contenta saltando de una riel a la otra que no vio que un tren se aproximaba a gran velocidad!
Lo vio pero fue demasiado tarde: el tren le cortó la colita!!!
La ranita miró para atrás y gritó:
‘mi rabito! dónde está mi rabito?’,
miró en las rieles, ahí estaba su colita, y pensó
‘nooo! cómo voy a dejar mi traserito ahí botado en las vías del tren! no puedo dejarlo ahí! ahora mismo voy y lo recojo!’.
Dicho y hecho, la ranita saltó de nuevo a las rieles a rescatar su colita, y cuando la estaba recogiendo vino otro tren y ZAS! le cortó la cabeza!!!
**MORALEJA: Nunca pierdas la cabeza por un culito…