Chistes de Viejitos

EL TARRITO

Un viejito va al médico a preguntarle si puede tener
hijos con su esposa de setenta. El médico le da un tarrito y le dice que le
traiga al día siguiente una muestra de semen.
Cuando vuelve, el viejito le dice:
– Doctor, no he podido traerle la muestra de semen.
– ¿Lo ha intentado?
– Sí, Doctor. Primero con la mano derecha, después con la izquierda.
Luego lo intentó mi esposa, primero con las dos manos y luego con los
dientes, pero no hubo forma…
¡No pudimos abrir el tarrito….!



MÁS DE VIEJITOS

El viejito se está bañando cuando de pronto siente
que su pene comienza a
endurecerse y llama a su viejita:
– ¡Josefina, Josefina, ven pronto!
La viejita va corriendo al baño y cuando ve este
espectáculo le dice al viejito:
¿Me desnudo, me desnudo? – pregunta con emoción la viejita.
– ¡Déjate de eso y ve rápido a buscar la cámara para tomar una foto!



EN MISA

El padre dice en la misa:
– Sí tienen fe se sanarán, pongan su mano sobre la parte afectada y el
milagro ocurrirá.
Una pareja de viejitos esta oyendo el sermón y el
viejito baja la  mano con disimulo y la pone entre sus piernas. La viejita lo
ve y le dice:
– Viejo, el Cura dijo milagro, no resurrección.



¡CUÁNTAS CANAS!

Se desnudan el viejito y la viejita, y dice el
esposo todo  sorprendido:
– ¡Ay, mi amor. Como tienes de canas allá abajo!
– No son canas, son telarañas, ¡viejo inútil!



EN TRATAMIENTO

Estaban en una reunión familiar y le dicen a los abuelos:
– Bueno, y ¿cómo va su vida sexual?
A lo cual la viejita contestó:
– Pues estamos en tratamiento.
– ¿Cómo así que en tratamiento?
– Pues sí: el trata y yo miento.



VISITA CONYUGAL

Llega una viejita a la cárcel el día de la visita conyugal y le dice al guardia
– Señor yo vengo a la visita conyugal.
– El guardia asombrado le pregunta: ¿Pero señora,
con quién?
– Con cualquiera, con cualquiera…



LA RANA Y EL VIEJO

Iba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus
pies una débil voz.
Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una
ranita:
– ‘Soy una princesa hermosa, erótica y sensual,
diestra en todos los placeres de la carne y el amor.. La reina mala,
envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero si me das un beso,
volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que
mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir’.
El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo.
Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:
-¿Qué? ¿No me vas a besar?
– ¡No! -Respondió el viejecito
– A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual!!!!!!!!!!!!!!!! .

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